domingo, 1 de mayo de 2016

JUVENTUD REFLEXIVA Los bosques de Tamshiyacu agonizan



(…)
Bienaventurado el hombre que no lee los anuncios comerciales ni escucha sus radios ni cree en sus slogans Será como un árbol plantado junto a una fuente. Bienaventurado el hombre (Salmo 1) - Ernesto Cardenal
He tenido la auto-presión de liberar un ápice de las muchas angustias que me aquejan en la conciencia, y es en esta ocasión la deforestación que sucede en Tamshiyacu y que me impulsa a preguntar ¿qué es lo que realmente está sucediendo en Tamshiyacu? Es entonces, este ensayo un pretexto para invitar a la reflexión y acción para levantar nuestras voces de protestas y encaminarnos a la construcción de una mejor sociedad. Es menester que nos preguntemos ¿cuál es el nivel de involucramiento de la juventud ante esta calamidad? Y motivar a “conspirar” (en el buen sentido etimológico del significado de la palabra: unirse para estar con vida) para crear estrategias que defiendan nuestras ganas de vivir sosteniblemente. He estado leyendo varias fuentes de información en la web para conocer más sobre Tamshiyacu, no pretendo repetir todo el discurso de los informes que he leído ya la ONG Convoca, KENE y el antrop. Alberto Chirif han escrito artículos con mayor detalle al respecto (comparto los links abajo al final). También haré uso de mis recuerdos de visitas ocasionales y algunas nociones que tengo sobre la ciudad a orillas del rio Amazonas, capital del distrito de Fernando Lores, perteneciente a la provincia de Maynas en la región Loreto.
La palabra Tamshiyacu proviene de dos palabras quechuas Tamshi (liana, soga) Yacu (agua) así lo nombraron los fundadores de este lugar quizá por la abundancia de “lianas con agua” bebibles entre sus bosques. Esta ciudad queda a 50km de Iquitos vía fluvial (casi 2 horas de viaje), es conocida como la tierra del umari (Poraqueiba serícea), de la piña y es zona de mayor abundancia de la especie forestal en estado de amenaza por la deforestación y de alta cotización para la industria farmacéutica: Palo de rosa (Aniba rosaeodora). En varias oportunidades había hecho cortos city tours alrededor del pequeño mirador frente al amazonas (fue el lugar a donde orillas del mismísimo amazonas en plena oscuridad el romance me visitó en forma de cortinas de zancudos) con grupos de turistas, lugar desde dónde se puede observar al delfín rosa y gris, realizando piruetas en el rio. También hice muchas caminatas en bosques de Tamshiyacu encontrando grandes variedades de monos, aves reptiles y todo tipo de exóticas criaturas que habitan en el dosel, en el sotobosque y copa de los árboles. Lamentablemente, todo esa biodiversidad y romance está viniendo siendo maltratado, destruido y quizá tenga que pasar muchos milenios para que la naturaleza se restauré; existe la posibilidad que se hayan perdido para siempre muchas especies nativas y nuevas para la ciencia y toda la farmacia natural de nuestros bosques. Todo este maleficio es causado por la ambición de un inhumano empresario Dennis Melka presidente de la corporación Cacao United que cuenta con una empresa fiscal filial en el Perú: Cacao del Peru Norte S.A.C. Esta última compañía hasta la fecha se ha tumbado más de 2380 hectáreas de bosques primarios en la región Loreto. Esto es alarmante y urge la necesidad de detener esta actividad que es insostenible económicamente para los pobladores de Tamshiyacu a mediano y largo plazo (a corto plazo quizá podría tener implicancias económicas por el trabajo temporal disponible, un dinero que también puedo ser adquirida por la gente desde la empresa por los míseros precios de 100 soles por hectárea por la venta de forma irregular de sus predios, que al cabo de unos meses el dinero se espuma de las manos del campesino). Estamos frente un desastre ecológico abismal que necesita ser interrumpida de inmediato y los responsables ajusticiados por sus delitos.
Respondiendo a la segunda pregunta ¿cuál es el nivel de involucramiento de la juventud ante esta calamidad? Antes de responder a la pregunta quiero compartir algunos datos de las juventudes en el Perú: Según la Secretaría Nacional de Juventudes (SENAJU) describe como jóvenes el rango de edades entre 15 a 29 años. Que representamos el 27,5% de la población nacional en el Perú. El departamento de Loreto pasó la valla del millón de habitantes y la provincia de Maynas tiene una población 551,383 (INEI 2015) “La población es muy joven en general (78% tiene menos de 34 años) y marca cierto predominio de la masculina (51,4%) respecto de la femenina. La región, finalmente, presenta la densidad más baja del país.” (FAO). Como hemos leído en líneas anteriores, somos los jóvenes una gran influencia para el cambio y desarrollo del país, ya me doy cuento las razones porque muchos políticos como lobos rapaces anhelan nuestros votos. Puedo constatar que ser joven significa entre muchos adjetivos: ser emprendedor, creativo, generador de cambio, rebelde (Senaju 2012) una fuerza que puede alterar el presente y cambiar el futuro. Considero que mi generación está transformándose en una generación más consciente de su entorno: Naturaleza, pobreza, género, cultura, etc. Una juventud que quiere ser libre. Una juventud que no puede aceptar que las riquezas en el mundo estén concentradas en el 1% de la población global. También existen juventudes a quienes se les niega la oportunidad de educarse mejor, de trabajar con calidad y salario digno, una juventud violentada, marginada, distraída, hipnotizada y desinformada. En la Amazonía, también están algunos jóvenes que están siendo modelo guía para el cambio consiente y positivo de la sociedad que pertenecen a clubes deportivos, artísticos o círculos de estudios; como ejemplo en esta ocasión mencionaré a la juventud integrante del Comité del Agua de Iquitos (CAI). Que cuenta con más de 20 jóvenes de distintas carreras profesionales desde odontología, forestal, ecología, agronomía, derecho, comunicaciones, antropología, etc. Este comité no solo es un grupo exclusivo de jóvenes, sino está abierta a otros profesionales y simpatizantes de mayor trayectoria, como el liderazgo ejemplar del profesor de ciencias sociales Pepe Manuyama. El CAI está acompañando en la lucha de sus derechos a los afectados de la deforestación, sensibilizando a la sociedad iquiteña. En esta coyuntura un grupo de 11 miembros de CAI fueron invitados por la Asc. Civil El Puente de la Amistad (ACELPA) a Tamshiyacu para escuchar testimonios de los afectados por la empresa Cacao del Perú norte y animar a otros jóvenes para continuar con firmeza en la defensa de sus territorios, de la naturaleza y del agua.
Es impresionante cómo algunos aspectos (culturales y sociales) han cambiado en tres años desde que la empresa Cacao Norte llegó en 2013. Ya no podemos mitayar (cazar) porque no hay bosques ni animales. Nos vamos a la quebrada Manzanilla y está llena de lodo, el agua está sucia contaminada ya no se lo puede tomar y los peces se han marchado”. Testimonio de un poblador.
El efecto porque muchas quebradas como Manzanilla, El Shato, Aguas Blancas y Yanayacu están más lodosas que antes, es porque no se respetó la ley 27308 art. 26 que manda dejar árboles al margen de las orillas de los ríos. A la ausencia de vegetación que funciona como barrera natural a las aguas de lluvias, la erosión es mucho más ágil por ende el río mucho más lodoso. Y otra situación que agrava más es la falta o la no existencia de un estudio de impacto ambiental y hasta social que la ley exige para que un proyecto de tal magnito sea posible.
Existen muchas amenazas que pueden dañar nuestra naturaleza, a nuestros derechos humanos, a la libertad de expresión; acuerdos internacionales como el IIRSA, el TPP. Acuerdos internacionales que atropellan, maltratan la naturaleza y nuestros derechos humanos. Acuerdos que solo pretenden favorecer a las grandes empresas. No puedo imaginar un país sin el derecho libre de protesta, un país donde la gente decida qué es lo que realmente quiere y desde sus propios intereses formen sus propios modelos de progreso y desarrollo. No permitamos que Dennis Melka esté haciendo de la suya, ya tiene antecedentes probados de destrucción de bosques en Malasia a través de la plantaciones de monocultivos (plantar y cultivar una sola especie vegetal) de palma aceitera. El Perú necesita reformarse, somos nosotros los jóvenes esa fuerza de convulsión del presente y cambio positivo de nuestro futuro. Solo puedo hablar en cuanto mi experiencia vivida respecta, tengo esto como filosofía. Por ello solo puedo buscar justicia e igualdad de oportunidades para que muchos jóvenes puedan crecer y desarrollar sus habilidades con total libertad en una sociedad tolerante, laica y responsable. Creo que el defender la naturaleza es una responsabilidad y es el único camino de continuar nuestra supervivencia y defenderlo es cuestión de vida o muerte, solo si logramos entender que nuestra propia vida está en peligro, sí solo así el deseo de vivir y defenderlo se hace idóneo, consciente y sincero. Siento que buenos vientos se acercan, que contagian, es la juventud sorprendiéndonos.

La única forma como defender y amar algo en conociéndolo, informándose por eso el Comité del Agua invita al conversatorio sobre la deforestación en Tamshiyacu para el Viernes 06 de mayo a las 5:00pm en el auditorio del colegio CNI. Y el 19 de mayo a la movilización por el uso sostenible de los bosques. Desde las 4 de la tarde en la plaza 28 de Iquitos.
Bibliografía:
Espinoza-Lecca, E. y Choque-Larrauri, R. (2015). El Estado de la Juventud en el Perú: Situación actual e iniciativa para un cambio. En: Evidencia para políticas públicas en educación superior; Vol. 1. Hans Contreras Pulache Editor. Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo. Ministerio de Educación.

No hay comentarios: