miércoles, 22 de junio de 2016

Alcances sobre antropología simbólica. Perú 2do round. PPK vs KEIKO Coser con hilos inconsistentes.

para tí mi bloger amig@

Estaba en el dilema del cómo empezar a escribir este pequeño ensayo, asimismo reflexionar sobre la coyuntura vivida en el evento del 2do debate presidencial de la segunda vuelta electoral; y amanera de analogía situarme en la toma de decisión como elector en la realidad peruana, sintiéndome como si cosiera con hilos muy inconsistentes entre los candidatos Pedro Pablo Kuczynski y Keiko Fujimori; también simular e identificar algunos aspectos simbólicos  presentes en el mencionado evento. Para  explayarme acerca de mis observaciones; es importante aclarar algunos términos y preguntarme como por ejemplo: ¿Qué se entiende por simbolismo? Y ¿Qué es el objeto de estudio de la antropología simbólica? También, explicar a groso modo el contexto de la coyuntura electoral que se ha vivido en estos meses de elecciones de autoridades parlamentarias, Andinos y la presidencial sin adentrarme a demasiados detalles.
La Real Academia de la Lengua Española en su segunda definición de las tres existentes; define a simbolismo como: “Sistema de símbolos con que  se representan creencias, conceptos o sucesos”. Pretendo entonces, mediante este escrito de forma superficial mostrarles algunos aspectos simbólicos que he podido percibir del 2do debate presidencial de segunda vuelta entre PPK y Keiko. En lineamiento al punto de vista de la antropología simbólica que tiene como objeto de estudio a los símbolos (verbal o no verbal), que entiende a la cultura como el universo de sistemas de símbolos y significados en conjunto que interactúan (el antropólogo en este caso se apoya de otras disciplinas como la lingüística, la psicología social, el psicoanálisis, etc) para interpretar los símbolos que omnipresentemente manifiesta el ser humano.  Entonces diré que el simbolismo se puede entender como los símbolos que expresan ideas, pensamientos y conocimientos que se interiorizan a través del aprendizaje, las experiencias y los usos conscientes o inconscientes de los símbolos en el plano cultural, como “hombre simbólico”. Por ende, todas las actividades humanas implican simbolismo.
La contienda electoral en el Perú, es quizá una de las fiestas “democráticas” que mucho interés tiene para toda la región sudamericana y que no decir, al nivel internacional. Quizá, el Perú sea el símbolo de las convulsiones y represiones, desde donde los españoles empezaron su ola de conquista de la américa sureña desconocida para ese entonces por la vieja Europa.  Sea tal vez el Perú, las reivindicaciones de los poderes hegemónicos e ideológicos de la región ¿provenientes del norte?  Y el asentamiento de las injusticias y desigualdades. Riquezas presentes palpables en la geografía de la nación, y pobreza física que ya quisiéramos tenerla como ilusión. Ya el cuerpo de 130 legisladores ya fue acreditado y el nuevo presidente electo está en espera de su acreditación por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE). Las elecciones del 10 de abril del 2016, diezmaron a muchos aspirantes al congreso, eligieron a los representantes de la comunidad andina de naciones, y dejaron en contienda electoral para las presidenciales a dos candidatos PPK de Peruanos Por el Kambio y Keiko Fujimori de Fuerza Popular. Realizada a nivel nacional en los 26 distritos electorales que la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) tiene designados por ley. La primera vuelta electoral nos hace visible un congreso de mayoría fujimorista con 23 escaños, Frente Amplio (20), seguida de PPK (18), Alianza para el Progreso (9), Acción Popular (5) y el APRA (5).  Perfilando una izquierda fortalecida con una representante, Veronika Mendoza, con mucho futuro para las presidenciales en el bicentenario de la independencia de la república.  
Días antes del debate, todos las encuestadoras mostraban como favorita a la candidata de Fuerza Popular,  muy por encima del candidato de Peruanos Por el Kambio. Muchos electores indecisos cambiarían de opinión tras el segundo debate electoral de segunda vuelta, realizada en el auditorio ZUM de la Universidad de Lima a las 7 de la noche. Del domingo 29 de mayo. De esta manera, intentaré describir algunas de mis percepciones acerca de la ambientación, la forma y el fondo de los dos debatientes  y del evento mismo. El escenario y los colores: había una mesa principal para los moderadores, y dos pulpitos desde dónde hablarían los candidatos. Los colores predominantes del escenario fueron rojo, azul y gris. Que transmitían elegancia y la seriedad que implica este tipos de eventos, el color rojo patriótico de la bandera peruana y color del logo institucional del JNE.  Se respetaron los tiempos de intervención de cada uno de los debatientes. Tenían traductores de señas. El debate estuvo ordenado por bloques y secuencias temáticos: "¿Por qué debería ser elegido presidente?" "Crecimiento económico y promoción del empleo", "Desarrollo sostenible y gestión ambiental", "Educación, reducción de la pobreza y la desigualdad" "Transparencia y lucha contra la corrupción, Seguridad ciudadana y orden interno", preguntas enviadas por los electores y con el mensaje final de los candidatos.
El candidato Pedro Pablo Kuczynski, estuvo vestido elegantemente con terno negro, corbata roja y camisa blanca. La candidata Keiko Sofia Fujimori en cambio vestía una blusa blanca que contrastaba con el fondo rojo de la pantalla que intentaba demostrar con su atuendo, sencillez y “nacionalismo” (bien asesorada). Las cámaras hacían notar que los dos candidatos estaban iguales en luminosidad y estatura. PPK miraba más a la cámara mientras hablaba (demostrando mayor tecnicismo y preparación) sin embargo, Fujimori leía más. ¿Qué simbolizan las personas de Kuczynski y Fujimori? Para describir un poco al respecto, investigues y leí varios artículos y me divertí de muchos memes (este último es un neologismo que se entiende como el compartir de una información breve por la internet, que muestra de forma sarcástica y/o sínica algún tema en particular combinando letras e imágenes) que me invitaron a interpretar el imaginario social, y construirme una percepción individual de los dos candidatos. Así tenemos simbolizados a PPK como: “el defensor de la democracia”, “el empresario exitoso”, “muchos años de experiencias en trabajar en el sector público y privado”, “el lobbysta de grandes intereses transnacionales”, “el privatizador de los recursos naturales”, “El mal menor”, “la continuidad del sistema capitalista y neoliberal”, “el extranjero que se diferencia del “otro” cholo, indio, negro”, “El hijo de padres profesionales”, “Estudioso y académico”, “El hijo de USA”… etc.
Mientras que Keiko como: “la primera dama de la corrupción”, “narco estado”, “la hija del séptimo presidente más corrupto del mundo”, “vuelta a la corrupción”, “autoritarismo”, “Populismo”, “Asistencialismo”, “Inexperiencia”, “la sombra del padre”, “dolor y muerte”, “protestas”, “delincuencia”, “esterilizaciones forzadas”, “oportunista y politicastro” … etc.
Del debate en sí mismo, podría decir que los dos candidatos se esforzaron en hacer de su retórica lo más creíble posible, de esta manera tenemos a Keiko citando y con  documentos del plan de gobierno de su contrincante. Mientras que el opositor, se defiende tan bien,  en manos posee una editorial del periódico El Comercio sobre la denuncias del candidato a la  vicepresidencia por manipulación de información de Fuerza popular. El discurso de la señora Fujimori tenía una tonalidad de desespero y  fuerza en la voz. Saludando al empezar su intervención en aimara y despidiéndose en quechua. Asimismo, el Señor Kuczynski hacía referencias de lugares a dónde nació, creció y trabajo en el Perú amazónico, andino y costeño. Era la competencia de atraer los votos del sur que había sido monopolizada por la izquierda de Veronika Mendoza. De las intervenciones: solo resaltaré algunos partes de los discursos de los candidatos que me llamaron la atención. Como el exaspero de Keiko al recurrir a su condición de mujer y madre para intentar  escudarse y justificar (a falta de argumentos) sus ausencias al trabajo como parlamentaria. A ello, PPK le  altercó a Fujimori si combatirá la corrupción que se heredó del gobierno de su padre y le soltó la interrogante "¿pedirá la extradición de sus tíos que viven en Japón?". Finalmente, le puso en memoria que la licencia de maternidad es de 180 días y no 500 que son sus inasistencias al parlamento.  Y como no mencionar la despedida final de PPK citando y parafraseando el poema del poeta afroperuano Nicomendes Santa Cruz: “Como has cambiado pelona, pero déjame decirte, tú nos has cambiado, sigues siendo la misma” Recordándole lo que le dijo en el primer debate.

Creo que este debate tuvo muchas cosas interesantes que debieran ser analizados más a detalle en otro próximo ensayo. Pero también quiero concluir este escrito, sin no antes expresar lo que pienso de estos dos candidatos: que en mi opinión representan al mismo modelo económico (visiono protestas y mucha movilidad social, al menos que la realidad supere en beneplácito a mis fantasías).  Hemos sido testigos, cómo el electorado peruano ha ido perfilándose  y convencido para elegir a su nuevo presidente, Pedro Pablo Kuczynki, votos que fueron expresados y manifestados en muestras de  memoria colectiva de muchos peruanos que sufrieron los achaques de un gobierno autoritario como lo fueron en tiempos de Alberto Fujimori, votos de muchos peruanos sumidos en la pobreza económica y que además no tienen acceso a igualdad de oportunidades y servicios básicos como educación, seguridad, salud, agua y electricidad de calidad y gratuita. Es tiempo de repensar  en nuevas formas de hacer gobierno y de que el estado peruano haga presencia en lugares que han sido abandonados por “largo tiempo” como dice el himno nacional, que sin embargo, poseen grandes potencialidades culturales y biológicas y minerales. Y con gente que quiere trabajar y ganar en justicia. Porque si no empezamos a construir una mejor sociedad seguiremos cosiendo con hilos frágiles, rompibles, llenas de realidades inconsistentes, que solo nos traerán caos. Creo fervientemente que las  mejorías se empezarán a obtener mediante herramientas que promuevan el respeto entre las culturas y la del medio ambiente. Un gobierno que se preocupe de los intereses reales de la gente, que promueva sostenibilidad de la vida y el respeto de las distintas identidades culturales. Desde este ensayo quiero exhortar a la comunidad académica antropológica de la Amazonía a seguir contribuyendo en el proceso de entendimientos de lo simbólico y subjetivo para interpretar, esclarecer formas de compresiones y respetos entre culturas y proponer maneras de transformación de la realidad,  partiendo desde las necesidades reales y de urgencias desde nuestras comunidades