para tí mi bloger amig@
Estaba en el dilema del cómo empezar a
escribir este pequeño ensayo, asimismo reflexionar sobre la coyuntura vivida en
el evento del 2do debate presidencial de la segunda vuelta electoral; y amanera
de analogía situarme en la toma de decisión como elector en la realidad peruana,
sintiéndome como si cosiera con hilos muy inconsistentes entre los candidatos
Pedro Pablo Kuczynski y Keiko Fujimori; también simular e identificar algunos
aspectos simbólicos presentes en el
mencionado evento. Para explayarme
acerca de mis observaciones; es importante aclarar algunos términos y
preguntarme como por ejemplo: ¿Qué se entiende por simbolismo? Y ¿Qué es el
objeto de estudio de la antropología simbólica? También, explicar a groso modo
el contexto de la coyuntura electoral que se ha vivido en estos meses de
elecciones de autoridades parlamentarias, Andinos y la presidencial sin
adentrarme a demasiados detalles.
La Real Academia de la Lengua Española
en su segunda definición de las tres existentes; define a simbolismo como: “Sistema
de símbolos con que se representan
creencias, conceptos o sucesos”. Pretendo entonces, mediante este escrito de
forma superficial mostrarles algunos aspectos simbólicos que he podido percibir
del 2do debate presidencial de segunda vuelta entre PPK y Keiko. En lineamiento
al punto de vista de la antropología simbólica que tiene como objeto de estudio
a los símbolos (verbal o no verbal), que entiende a la cultura como el universo
de sistemas de símbolos y significados en conjunto que interactúan (el
antropólogo en este caso se apoya de otras disciplinas como la lingüística, la
psicología social, el psicoanálisis, etc) para interpretar los símbolos que
omnipresentemente manifiesta el ser humano.
Entonces diré que el simbolismo se puede entender como los símbolos que
expresan ideas, pensamientos y conocimientos que se interiorizan a través del
aprendizaje, las experiencias y los usos conscientes o inconscientes de los
símbolos en el plano cultural, como “hombre simbólico”. Por ende, todas las
actividades humanas implican simbolismo.
La contienda electoral en el Perú, es
quizá una de las fiestas “democráticas” que mucho interés tiene para toda la
región sudamericana y que no decir, al nivel internacional. Quizá, el Perú sea
el símbolo de las convulsiones y represiones, desde donde los españoles
empezaron su ola de conquista de la américa sureña desconocida para ese
entonces por la vieja Europa. Sea tal
vez el Perú, las reivindicaciones de los poderes hegemónicos e ideológicos de
la región ¿provenientes del norte? Y el
asentamiento de las injusticias y desigualdades. Riquezas presentes palpables
en la geografía de la nación, y pobreza física que ya quisiéramos tenerla como
ilusión. Ya el cuerpo de 130 legisladores ya fue acreditado y el nuevo
presidente electo está en espera de su acreditación por el Jurado Nacional de
Elecciones (JNE). Las elecciones del 10 de abril del 2016, diezmaron a muchos
aspirantes al congreso, eligieron a los representantes de la comunidad andina
de naciones, y dejaron en contienda electoral para las presidenciales a dos
candidatos PPK de Peruanos Por el Kambio y Keiko Fujimori de Fuerza Popular.
Realizada a nivel nacional en los 26 distritos electorales que la Oficina
Nacional de Procesos Electorales (ONPE) tiene designados por ley. La primera
vuelta electoral nos hace visible un congreso de mayoría fujimorista con 23
escaños,
Frente Amplio (20), seguida de PPK (18), Alianza para el Progreso (9),
Acción Popular (5) y el APRA (5).
Perfilando una izquierda fortalecida con una representante, Veronika Mendoza,
con mucho futuro para las presidenciales en el bicentenario de la independencia
de la república.
Días antes del debate, todos las
encuestadoras mostraban como favorita a la candidata de Fuerza Popular, muy por encima del candidato de Peruanos Por
el Kambio. Muchos electores indecisos cambiarían de opinión tras el segundo
debate electoral de segunda vuelta, realizada en el auditorio ZUM de la Universidad de Lima
a las 7 de la noche. Del domingo 29 de mayo. De esta manera, intentaré
describir algunas de mis percepciones acerca de la ambientación, la forma y el
fondo de los dos debatientes y del
evento mismo. El escenario y los colores: había una mesa principal para los
moderadores, y dos pulpitos desde dónde hablarían los candidatos. Los colores
predominantes del escenario fueron rojo, azul y gris. Que transmitían elegancia
y la seriedad que implica este tipos de eventos, el color rojo patriótico de la
bandera peruana y color del logo institucional del JNE. Se respetaron los tiempos de intervención de
cada uno de los debatientes. Tenían traductores de señas. El debate estuvo
ordenado por bloques y secuencias temáticos: "¿Por qué debería ser elegido presidente?" "Crecimiento económico y promoción del empleo",
"Desarrollo sostenible y gestión
ambiental", "Educación,
reducción de la pobreza y la desigualdad" "Transparencia y lucha contra la corrupción,
Seguridad ciudadana y orden interno",
preguntas enviadas por los electores y
con el mensaje final de
los candidatos.
El candidato Pedro Pablo Kuczynski, estuvo vestido elegantemente con
terno negro, corbata roja y camisa blanca. La candidata Keiko Sofia Fujimori en
cambio vestía una blusa blanca que contrastaba con el fondo rojo de la pantalla
que intentaba demostrar con su atuendo, sencillez y “nacionalismo” (bien
asesorada). Las cámaras hacían notar que los dos candidatos estaban iguales en
luminosidad y estatura. PPK miraba más a la cámara mientras hablaba (demostrando
mayor tecnicismo y preparación) sin embargo, Fujimori leía más. ¿Qué simbolizan
las personas de Kuczynski y Fujimori? Para describir un poco al respecto,
investigues y leí varios artículos y me divertí de muchos memes (este último es
un neologismo que se entiende como el compartir de una información breve por la
internet, que muestra de forma sarcástica y/o sínica algún tema en particular
combinando letras e imágenes) que me invitaron a interpretar el imaginario
social, y construirme una percepción individual de los dos candidatos. Así
tenemos simbolizados a PPK como: “el defensor de la democracia”, “el empresario
exitoso”, “muchos años de experiencias en trabajar en el sector público y
privado”, “el lobbysta de grandes intereses transnacionales”, “el privatizador
de los recursos naturales”, “El mal menor”, “la continuidad del sistema capitalista
y neoliberal”, “el extranjero que se diferencia del “otro” cholo, indio,
negro”, “El hijo de padres profesionales”, “Estudioso y académico”, “El hijo de
USA”… etc.
Mientras que Keiko como: “la primera dama de la corrupción”, “narco
estado”, “la hija del séptimo presidente más corrupto del mundo”, “vuelta a la
corrupción”, “autoritarismo”, “Populismo”, “Asistencialismo”, “Inexperiencia”,
“la sombra del padre”, “dolor y muerte”, “protestas”, “delincuencia”,
“esterilizaciones forzadas”, “oportunista y politicastro” … etc.
Del debate en sí mismo, podría decir que los dos candidatos se
esforzaron en hacer de su retórica lo más creíble posible, de esta manera
tenemos a Keiko citando y con documentos
del plan de gobierno de su contrincante. Mientras que el opositor, se defiende tan
bien, en manos posee una editorial del
periódico El Comercio sobre la denuncias del candidato a la vicepresidencia por manipulación de
información de Fuerza popular. El discurso de la señora Fujimori tenía una tonalidad
de desespero y fuerza en la voz. Saludando
al empezar su intervención en aimara y despidiéndose en quechua. Asimismo, el
Señor Kuczynski hacía referencias de lugares a dónde nació, creció y trabajo en
el Perú amazónico, andino y costeño. Era la competencia de atraer los votos del
sur que había sido monopolizada por la izquierda de Veronika Mendoza. De las
intervenciones: solo resaltaré algunos partes de los discursos de los
candidatos que me llamaron la atención. Como el exaspero de Keiko al recurrir a
su condición de mujer y madre para intentar
escudarse y justificar (a falta de argumentos) sus ausencias al trabajo
como parlamentaria. A ello, PPK le
altercó a Fujimori si combatirá la corrupción que se heredó del gobierno
de su padre y le soltó la interrogante "¿pedirá la extradición de sus tíos
que viven en Japón?". Finalmente, le puso en memoria que la licencia de
maternidad es de 180 días y no 500 que son sus inasistencias al
parlamento. Y como no mencionar la
despedida final de PPK citando y parafraseando el poema del poeta afroperuano
Nicomendes Santa Cruz: “Como
has cambiado pelona, pero déjame decirte, tú nos has cambiado, sigues siendo la
misma” Recordándole lo que le dijo en el primer debate.
Creo que este debate tuvo
muchas cosas interesantes que debieran ser analizados más a detalle en otro
próximo ensayo. Pero también quiero concluir este escrito, sin no antes
expresar lo que pienso de estos dos candidatos: que en mi opinión representan
al mismo modelo económico (visiono protestas y mucha movilidad social, al menos
que la realidad supere en beneplácito a mis fantasías). Hemos sido testigos, cómo el electorado
peruano ha ido perfilándose y convencido
para elegir a su nuevo presidente, Pedro Pablo Kuczynki, votos que fueron expresados
y manifestados en muestras de memoria
colectiva de muchos peruanos que sufrieron los achaques de un gobierno autoritario
como lo fueron en tiempos de Alberto Fujimori, votos de muchos peruanos sumidos
en la pobreza económica y que además no tienen acceso a igualdad de
oportunidades y servicios básicos como educación, seguridad, salud, agua y
electricidad de calidad y gratuita. Es tiempo de repensar en nuevas formas de hacer gobierno y de que
el estado peruano haga presencia en lugares que han sido abandonados por “largo
tiempo” como dice el himno nacional, que sin embargo, poseen grandes
potencialidades culturales y biológicas y minerales. Y con gente que quiere
trabajar y ganar en justicia. Porque si no empezamos a construir una mejor
sociedad seguiremos cosiendo con hilos frágiles, rompibles, llenas de
realidades inconsistentes, que solo nos traerán caos. Creo fervientemente que
las mejorías se empezarán a obtener mediante
herramientas que promuevan el respeto entre las culturas y la del medio
ambiente. Un gobierno que se preocupe de los intereses reales de la gente, que
promueva sostenibilidad de la vida y el respeto de las distintas identidades
culturales. Desde este ensayo quiero exhortar a la comunidad académica
antropológica de la Amazonía a seguir contribuyendo en el proceso de
entendimientos de lo simbólico y subjetivo para interpretar, esclarecer formas
de compresiones y respetos entre culturas y proponer maneras de transformación
de la realidad, partiendo desde las
necesidades reales y de urgencias desde nuestras comunidades
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