lunes, 16 de febrero de 2009

“POR QUÉ QUIERO A IQUITOS Y QUE NO ME GUSTA DE ÉL”


¡Tal vez sé lo que hago o quizá no? El de aventarme por compromiso para escribir este artículo del “POR QUÉ QUIERO A IQUITOS Y QUE NO ME GUSTA DE ÉL”. Digo por compromiso, porque nos pidieron a todos los participantes del taller de creación narrativa y nuevas tecnologías de la información que ha organizado Audiovisual Filme y gracias a la gentileza de Paco B. escribir un artículo con el tema ya antes mencionado. Nunca antes había hecho algo similar, el de escribir referente a mi cuidad. Al día siguiente de la tarea encargada salí a caminar con un amigo; dándome el tiempo de pensar cómo empezar a escribir este artículo, así que, quiero recalcar que ¡Iquitos es mi cuidad! Yo no elegí nacer y vivir aquí. Pero gracias doy al destino-Dios, también a mis padres por el despertar a la vida; Empiezo diciendo que mi cuidad es utópica, atractiva y salvaje, y si no hacemos nada lo salvaje tomará el control, esto es algo triste y siniestro.
Lo utópico de este lugar es que es otra realidad. Otro “mundo”. Situada en algún lugar de la inmensa Amazonía rodeada de verdor lleno de esperanza y muchas fuentes de vida… Es como si el Cosmos haya separado este edén para ti y para mí hoy, con muchas historias y vivencias nada superficiales; esto lo hace atractivo; y más que gustar me fascina la humildad y el carisma de la gente, el clima tropical, con poco o mucho sol, la alta temperatura que calienta todas las partículas del cuerpo transformándonos en calentones en el pensar y actuar. Los fuertes vientos que te aterrorizan con los gritos de los relámpagos, indicándote que se avecina una fuerte lluvia, pero las caricias de las gotas de cristal, al rozar por la mejilla te dan una linda sensación y te invitan a desvanecerte en el sueño. Cuando despiertas encuentras una rica gastronomía, “comida de los dioses” el juane, tacacho, patarashca, etc; la bebida típica es formidable hecha de frutos nativos como el aguaje, camucamu, platano, ungurahui…tan bien, caminas en horas del día o de la noche sin temor a hurto, son estas razones las que creo que me fascina, agrada, o cautiva de Iquitos esta diversidad ecológica, cultural… ¡ah! Como no mencionar de sus mujeres, divas, ninfas de esbelta figura, llenas ellas de gracia divina que apresan al hombre más duro de corazón transfigurándole en algo más noble y sumiso a sus encantos...
La otra cara de la monada y lo que me da pena es el instinto salvaje-ignorante que se pone a floro enterrando lo sabio, ancestral, cultural y moral. Siendo nosotros los habitantes de este lugar quienes hacemos que la pesadilla de lo irreal sea real; la corrupción de nuestras autoridades, empezando del gobierno regional, alcaldes, policías y maestros…las vías de las avenidas, jirones, calles todas en su mayoría en mal estado, llenas de baches y si eres un peatón, tienes que andar con mucha precaución, porque si no algún moto taxista loco te puede arrollar. La poca educación ambiental de la población que está haciendo perder el nombre de cuidad ecológica, porque se puede percibir en la cuidad el aire contaminado gracias a los vehículos y de pocas industrias que quedan a portando todos al calentamiento global, el racismo de la gente hacia los amigos nativos y campesinos. El centralismo es notable en la cuidad, la cual hace notable el crecimiento de la población, esto indica que se está levantando una ola delincuencia, en su mayoría somos los jóvenes, que tal vez por descuido de los padres o falta de educación en valores, con miras hacia un despertar de conciencia y libre pensar, estamos en un sistema que te distrae y no te deja descubrir la belleza de tu entorno, la diferencias de clases es notable en mi cuidad, los ricos a un lado y los pobres olvidados recibiendo limosnas de los que creen ser “ricos”, respeto las opiniones de los que les gusta la vida nocturna, no les satanizo pero no me agrada el alcohol ni el tabaco, ni la prostitución que es muy notable en la plaza 28 de julio que va acompañada de la comercialización de drogas y el homosexualismo; bueno creo que eso es todo lo que hasta ahora he podido identificar de lo que no me agrada de mi cuidad, esto le da a mi Iquitos un aire complejo e interesante lugar donde es posible añorar un mundo mejor; pero para poder hacer eso realidad tiene que haber una decisión personal, acompañado de educación en valores. Creo que una postura política buena es una alternativa para mitigar estos males que afectan a nuestra sociedad solo así, dejaremos a un lado lo zombi y transformar a nuestra cuidad en un lugar productivo, con gente soñadora y que trabaje por su sueño…

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